El 70% de la superficie de la Tierra es agua.

Por muy paradójico que suene a pesar de su nombre, solamente un 30% es tierra firme en nuestro planeta. De este porcentaje de agua, aproximadamente un 96% se corresponde con los mares y océanos y poco más del 3% con agua dulce, que se encuentra en ríos, lagos, arroyos y acuíferos subterráneos además de la que permanece congelada. Y ya que estamos profundizando en las cifras, dentro del agua dulce, el 69% se corresponde con agua en estado de congelación. Aunque esta cifra va disminuyendo debido a las consecuencias del cambio climático.

El problema del agua contaminada

La ONU estima que, cada año, 3,5 millones de personas mueren en todo el mundo por causas relacionadas con la calidad del agua. Solo unas 800.000 fallecen a causa de la diarrea adquirida a partir de la insalubridad del agua potable y la falta de higiene de las manos.

Más del 60% del cuerpo humano está constituido por agua, aunque esa cifra aumenta si nos fijamos solo en el cerebro, donde llega a un 70%. La importancia del agua es vital para todos los seres vivos que conviven en el mundo y cuidarla es fundamental si no queremos sufrir un cataclismo de proporciones épicas.

Te mueres antes de sed que de hambre

Sí, es más necesaria el agua que la comida para nuestra supervivencia. Se calcula que, en situaciones de máxima necesidad, solo puedes sobrevivir entre 5 y 7 días sin tomar agua mientras que puedes pasar sin comer hasta cerca de un mes.

Solamente un 0,007% del agua que hay en la Tierra es potable

Se estima que la cantidad total de agua que hay es de unos 525 millones de kilómetros cúbicos de agua y solamente ese pequeño porcentaje es apto para el consumo. De ahí que hasta un 40% de la población total del mundo esté afectada por la escasez de agua y más de 1.000 millones de personas no tengan acceso real a fuentes directas de agua potable.

Entre el 50 y el 60% del peso del cuerpo humano es agua

Las cifras habituales varían entre un 50 y un 55% en mujeres y en torno al 60% en los hombres. El agua está presente por todo el cuerpo y en todos los órganos y realiza varias funciones imprescindibles en nuestro organismo. Ayuda en el proceso de digestión y también en la distribución de nutrientes. También ayuda a regular la temperatura y es vital para eliminar residuos tóxicos. Por todo esto es vital que bebamos, como mínimo, unos 2 litros de agua cada día.